Ciudadanos del mundo: hacia una teoría de la ciudadanía
Adela Cortina
El tema de la ciudadanía es abordado por el conjunto de las Ciencias Sociales. Constituye, por ello, un asunto multidisciplinario, lo cual aumenta su complejidad. La literatura reciente sobre este tópico es abundante. Conocerla y asumir una posición crítica y sustentada ante ella se convierte en un reto. Y como en todo asunto que se pone de moda, en las obras publicadas alternan las de excelente nivel con las que divulgan e incluso trivializan este asunto. Como intento demostrar, Cortina evita esos dos riesgos y ofrece un correcto estado de la cuestión, pero no aporta la teoría que anuncia.
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CÓDIGO DE ÉTICA: MUCHO MÁS QUE BUENAS INTENCIONES
César Roberto Vieira Cervera
La ética se ha convertido en un tema de estudio apasionante por sus
implicancias en los ámbitos público y privado.
La crisis económica originada por la “burbuja” hipotecaria en Estados
Unidos en el 2007 y la crisis financiera griega en el 2010, en la que se pudo
comprobar que el gobierno ocultó el verdadero valor de su deuda pública, han
relevado la importancia de la ética en los negocios y en la gestión pública.
En nuestro país, los recientes casos de corrupción y los comportamientos
éticos inadecuados, que involucran a representantes de los Poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, así como el elevado nivel de tolerancia a la corrupción
por parte de nuestra sociedad, han hecho que la ética pública y en los
negocios sean temas de permanente referencia. Sin embargo, muchas
veces estas menciones se realizan sin un mayor conocimiento sobre el
significado de ambos términos.
Estos acontecimientos destacan la importancia de los códigos de
ética como herramientas para orientar correctamente las conductas de los
integrantes de las organizaciones privadas e instituciones públicas.
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Compendio de Ética
Peter Singer
¿De dónde proviene la ética? En esta interrogación se unen dos cuestiones muy diferentes, una sobre un hecho histórico y la otra sobre la autoridad. La inquietud que han suscitado ambas cuestiones ha influido en la configuración de muchos mitos tradicionales acerca del origen del universo. Estos mitos describen no sólo cómo comenzó la vida humana, sino también por qué es tan dura, tan penosa, tan confusa y cargada de conflictos. Los enfrentamientos y catástrofes primitivas que éstos narran tienen por objeto —quizás por objeto principal— explicar por qué los seres humanos han de someterse a normas que pueden frustrar sus deseos. Ambas cuestiones siguen siendo apremiantes, y en los últimos siglos numerosos teóricos se han esforzado por responderlas de forma más literal y sistemática.
Esta búsqueda no es sólo fruto de la curiosidad, ni sólo de la esperanza de demostrar que las normas son innecesarias, aunque estos dos motivos son a menudo muy fuertes. Quizás esta búsqueda deriva, ante todo, de conflictos en el seno de la propia ética o moralidad (para los fines tan generales de este artículo no voy a distinguir entre ambos términos). En cualquier cultura, los deberes aceptados entran a veces en conflicto, y son precisos principios más profundos y generales para arbitrar entre ellos. Se busca así la razón de las diferentes normas implicadas, y se intenta sopesar recíprocamente estas razones. A menudo esta búsqueda obliga a buscar, con carácter aún más amplio, un arbitro supremo —la razón de la moralidad sin más
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Concepciones de la Ética
Victoria Camps, Osvaldo Guariglia & Fernando Salmerón
Dos grandes apartados permiten dividir a la filosofía moral que va del siglo XIX hasta el presente, desde los cuales es posible entender lo que está ocurriendo hoy. La llamada filosofía contemporánea -se ha dicho muchas veces- es poco homogénea, compuesta de direcciones aparentemente divergentes. Sin embargo, un mismo trazo une a los grandes maestros de la filosofía posthegeliana: su voluntad de evitar el sistema, sus reparos contra la pretensión de explicarlo todo. La filosofía empieza a hacerse de otra manera, como réplica al método que hicieron suyo los modernos y que culmina en la filosofía trascendental kantiana. Ya Hegel, en el ámbito concreto de la ética, intenta una vía distinta, no del todo afortunada, más ceñida a los hechos, pues la ética es -no hay que olvidarlo- filosofía práctica. Le siguen los grandes críticos, los filósofos de la sospecha, cuyo portavoz más característico es Nietzsche, los cuales se revuelven sin remisión contra la filosofía moral misma o contra la moral cristiana que ha sido, implícita o explícitamente, su objeto de reflexión. El segundo período, que empieza bien entrado este siglo, representa una recuperación de la ética, la cual, a su vez, empieza a ocupar un lugar central en la actividad de los filósofos. Las últimas estribaciones de la filosofía analítica, a la que debemos una crítica menos demoledora que las anteriores y, por tanto, más conservadora de un cierto tipo de discurso, dan el paso a las teorías éticas de nuestro tiempo marcadas, incluso en el continente, por una impronta claramente anglosajona.
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Crítica de la razón pura
Immanuel Kant
La razón humana tiene, en una especie de sus conocimientos, el destino particular de verse acosada por cuestiones que no puede apartar, pues le son propuestas por la naturaleza de la razón misma, pero a las que tampoco puede contestar, porque superan las facultades de la razón humana. En esta perplejidad cae la razón sin su culpa. Comienza con principios, cuyo uso en el curso de la experiencia es inevitable y que al mismo tiempo se halla suficientemente garantizado por ésta.
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De la responsabilidad por el otro hombre a la responsabilidad por el mundo en la obra de Emmanuel Levinas
María Soledad Ale
En el ámbito de la filosofía del siglo XX Emmanuel Levinas se ha convertido en uno de los referentes indiscutibles, cuyo pensamiento se suele asociar entre otras, a las nociones de ética, metafísica, rostro y, especialmente, a la noción de alteridad. Sin embargo la alteridad no tiene en su obra una acepción unívoca, sino que presenta distintos sentidos. En efecto, es posible distinguir fenomenológicamente en sus textos, aunque el mismo Levinas no lo haga de un modo sistemático, tres tipos diferentes de alteridad: el otro (l´Autrui), a saber, la alteridad del hombre o humana ; el Otro (l´Autre), es decir, la alteridad de Dios o divina; y, finalmente, lo otro (l‟autri) , esto es, la alteridad del mundo o mundana que se correlacionan recíprocamente entre sí y con el Yo (el „Mismo‟ dicho en lenguaje levinasiano o sujeto en primera persona) en una trama específica en cada caso.
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Diccionario Latinoamericano de Bioética
Juan Carlos Tealdi
El prefacio de una obra que, como es el caso del Diccionario Latinoamericano de Bioética, contendrá, además de un prólogo, una presentación general y una introducción, ha de estar destinado solamente a contener unas palabras preliminares o preambulares escritas por alguien que, como yo, no ha participado en la planificación del libro, pero que ha colaborado en él con la elaboración de la conceptualización de un vocablo y que ha admirado el trabajo de realización y la finalización del proyecto. Estas palabras preliminares, escritas por quien ha llegado a la bioética desde el derecho, la ética y la política y la vida internacional, que no es un científico –pero que tiene la plena conciencia del carácter necesariamente multidisciplinario de la bioética, en la que confluyen la ciencia, la tecnología, la medicina, las ciencias de la salud, la ética, el derecho, la sociología y la política–, sólo quieren destacar con una mirada externa, pero comprometida, el valor y la significación de esta obra. Pero no pueden ni quieren, estas palabras, eludir la cálida felicitación. Primero, por ser un esfuerzo colectivo hecho desde Latinoamérica. Con conciencia de toda la significación humana, social y política que esto implica y de lo que para América Latina apareja hoy, y sobre todo debe significar en el futuro, la bioética para el desarrollo integral, para el progreso general de la Región y para el bienestar de todos los latinoamericanos.
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El concepto de vida en la época contemporánea
Alejandro Moreno Lax
¿Es posible vivir en este planeta sin la amenaza constante de una posible extinción de la humanidad? ¿Es todavía viable el postulado ético de la vida perpetua en nuestra sociedad postmoderna?
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El desafió ético de la educación
Javier Gracia Calandín
Una sociedad que no presta atención a la educación es una sociedad sin futuro. Pero, qué educación haya de ser y qué papel deba desempeñar la ética en ella es un tema que no deja de presentar interrogantes generación tras generación. Este libro destaca los principales desafíos que se le presentan a la sociedad actual y considera cuál es el cometido propio de la educación para afrontarlos. No basta con una declaración de buenas intenciones y menos si cabe con presuponer que todo el mundo sabe lo que es una “buena educación”. Es necesario concretar cuáles son los peligros de una enseñanza desprovista de la dimensión ética y argumentar con solvencia por qué es tan importante no solo instruir profesionales técnicamente competentes sino que es necesario formar personas éticamente excelentes, críticas pero también compasivas, ciudadanos verdaderamente responsables y solidarios. Sólo desde una educación plenamente ética, es decir, no regida por las leyes del mercado sino orientada a la formación de un buen carácter es posible combatir el desafío educativo más radical, el de transformar una sociedad de individuos desmoralizados por el de una comunidad de personas con altura moral.
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El poder de la ética desde la perspectiva filosófica latinoamericana
Cristóbal Arteta Ripoll
Esta obra es la expresión y esfuerzo de la actividad docente e investigativa del profesor Arteta en los últimos años de su carrera profesional. No es un punto final. Es el puente que inexorablemente debe conducir a nuevos desarrollos desde la cátedra y desde su actividad como líder del Grupo de Investigaciones Amauta. Los textos tienen como eje de su estructura la reflexión filosófica y se tejen sin mucho rigorismo sistemático, tal vez, por la marcada influencia del estilo aforístico nietzscheano en la construcción literaria del autor. El vínculo que los enlaza, la filosofía, no permite que los textos pierdan fuerza y sentido. Y su hilo conductor, la ética, es el que le da cuerpo articulador a los diferentes temas que se tratan, cruzándolos transversalmente y mostrando la potencia que puede ofrecer a la hora de afrontar la complejidad de la realidad humana, en sus múltiples manifestaciones y sentidos. Pero de una ética que en lo posible esté vaciada de tanta hipocresía y fariseísmo, como valores aceptados universalmente sin mayores cuestionamientos por la crítica de nuestros tiempos. Al hacer referencia a los distintos pensadores que se mencionan en el libro, el autor procura, a la hora de resumir sus ideas, ser fiel al contenido de las mismas, sin dejar de emitir los juicios de valor a que haya lugar, en tiempo presente y en diálogo con las circunstancias que le corresponden, teniendo siempre presente la idea hegeliana de que si bien es cierto que toda filosofía es hija de una época histórica determinada, ella adquiere sentido solo cuando en diálogo con el presente nos ayuda a vislumbrar nuevos y mejores horizontes. Por esta circunstancia, puede surgir la confusión en el lector al no tener claridad si algunas de las ideas que se resumen en el texto son de los pensadores o del autor del libro. EL PODER DE LA ÉTICA (Desde la perspectiva filosófica latinoamericana)10 La selección de los pensadores no es arbitraria. Se hizo teniendo en cuenta la originalidad e importancia de sus concepciones a la hora de buscar las raíces de nuestros comportamientos y dificultades. Además, porque en sus escritos, a veces implícitamente, o de modo explícito, existen reflexiones de gran contenido y profundidad sobre importantes conceptos, apropiadas para la búsqueda de caminos éticos menos sinuosos y pantanosos, capaces de construir una nueva mentalidad latinoamericana. Más allá de lo disímiles y contradictorias de algunas posiciones filosóficas, tal es el caso de Nietzsche en oposición a Kant en el amplio campo de la moral. El profesor Juan Ricardo Morales Espinel, lector de los manuscritos, hizo observaciones muy importantes y beneficiosas, las cuales contribuyeron a mejorar sustancialmente la literatura y contenido del libro. Algunas de sus ideas se tuvieron en cuenta y se asimilaron al texto, otras, por el contrario, forman parte del contenido de su manera de “ver cómo” y constituyen un ingrediente contradictorio que abre paso a la polémica, tan necesaria e indispensable en el mundo universitario. Si este libro se inscribe en la polémica que suscita permanentemente la dinámica vital en sus múltiples facetas, habrá cumplido su cometido espiritual de encontrar en el Ideario latinoamericano caminos para alcanzar mejores niveles de comportamiento humano.
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El político y el científico
Max Weber
¿Qué entendemos por política? El concepto es extraordinariamente amplio y abarca cualquier género de actividad directiva autónoma. Se habla de la política de divisas de los Bancos, de la política de descuento del Reicbsbanh, de la política de un sindicato en una huelga, y se puede hablar igualmente de la política escolar de una ciudad o de una aldea, de la política que la presidencia de una asociación lleva en la dirección de ésta e incluso de la política de una esposa astuta que trata de gobernar a su marido. Naturalmente, no es este amplísimo concepto el que servirá de base a nuestras consideraciones en la tarde de hoy. Por política entenderemos solamente la dirección o la" influencia sobre la dirección de una asociación política" es decir, en nuestro tiempo, de un Estado.
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El Principio de Responsabilidad
Hans Jonas
En Occidente siempre ha sido —y es— pequeño el número de quienes son capaces de ejercer públicamente el oficio de «grandes viejos sabios»; personas de las cuales se espera una palabra sensata y esclarecedora en los grandes debates políticos y morales; hombres cuya voz se escucha como la más prudente, pues viene avalada por toda una vida en la que han ido alcanzando, con tanteos y esfuerzos, eso tan improbable que se llama «sabiduría». Hasta hace muy poco tiempo Hans Jonas desempeñó con energía y elocuencia esa comprometida función. Cuando falleció, el 5 de febrero de 1993, pareció extinguirse una voz, una conciencia siempre alerta y preocupada por el porvenir del mundo. Mas si esas personas han dejado como legado suyo libros en los que continúa resonando su voz, los sobrevivientes pueden seguir escuchando, sin duda por mucho tiempo, indicaciones y advertencias que harán bien en tener en cuenta. Es el caso de la obra que aquí se publica.
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Epistimología, ética y ciencias de la educación
Jean Claude Filloux
El paso de las ciencias pedagógicas a las ciencias de la educación trata de una descentralización de los problemas pedagógicos. Al inicio de una investigación pedagógica siempre se refiere a la mejora de una práctica educativa centrada en el pedagogo.
El educador puede esperar de las ciencias pedagógicas una mejora del proceso de enseñanza - aprendizaje tal como se establece en las instituciones escolares. Y, de las ciencias de la educación puede esperar el replanteo de ese mismo proceso destacando su falta de especificidad o inconsistencia.
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Epístolas morales a Lucilio
Lucio Anneo Séneca
- Aunque esta aseveración resulta obvia, queremos con ella resolver, por cuanto tiene de clarificadora, la cuestión que pudiera plantear la diferencia establecida por Deissmann entre litterae y epistulae, correspondiente a la tradicional entre Mterae priuatae y litterae publicae. Para nosotros «cartas» y «epístolas».
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Ética
José Luis López Aranguren
Se trata de aprehender el objeto de la Ética. Podríamos partir, como es usual, de una definición simplemente recibida. Nos parece más filosóficos conquistar esa definición. Pero definición significa, por de pronto delimitación. Será, pues, menester definir o delimitar el objeto de la Ética, acotando el área de esta investigación frente al de otras investigaciones colindantes. Esta labor será lenta y habrá de ser cumplida paso a paso porque son varios y muy diferentes entre sí esos y otros saberes frente a los cuales la Ética tiene que ser delimitada. ¿Cómo y por dónde empezar esta tarea? Se plantea así la cuestión del punto de partida o principio desde el que se parte.
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Ética
Nicolai Hartmann
La ética filosófica del siglo XIX —fiel a las tradiciones del interés moderno por todo lo subjetivo— se agota en el análisis de la consciencia moral y de sus actos. Preocuparse por el contenido objetivo de exigencias, mandatos y valores morales, le quedaba lejos. Solitario, ahí está Nietzsche —un amonestador— con su inaudita afirmación de que nosotros no sabe-mos aún qué es el bien y el mal. Apenas oída, incomprendida tanto por los adeptos precipitados como por los críticos prematuros, se pierde la más seria llamada a una nueva contemplación del valor. Hasta que se nos ha formado el órgano para oírla desde la lejanía que se ha convertido ya en histórica, han pasado décadas. Y despacio, luchando contra duras resistencias, se abre paso en nuestros días la consciencia de un nuevo esta-do del problema de la ética en el que por fin se trata otra vez del conteni-do, de lo sustancial del ser y no ser ético.
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Ética
Dietrich Von Hildebrand
Si hemos exhortado al lector a que deje a un lado, por algún tiempo, toda teoría para no impedir su aproximación al objeto de investigación y su comprensión de lo que se da, debemos llevar a cabo una súplica similar respecto de las tesis filosóficas que irán apareciendo en nuestro trabajo. La actitud hacia un filósofo y sus tesis está a menudo lastrada por la tendencia a clasificarlo prematuramente. Tal clasificación reviste a veces un carácter histórico, como cuando uno se aproxima a cualquier trabajo filosófico con la disposición de caracterizar al autor como tomista, agustiniano, kantiano, spinozista, hegeliano, etc. En vez de conceder al autor la posibilidad de alguna originalidad, se asume, de un modo arbitrario, que, en el fondo, debe ser un comentador o, al menos, un discípulo, en toda regla, de algún otro filósofo bien conocido. Desde el comienzo se miran sus ideas y sus tesis desde este punto de vista, bajo esta expectativa infundada y, consecuentemente, se cierra uno a sí mismo el paso a una comprensión real de sus ideas. Esta tendencia resulta especialmente grotesca cuando la principal razón para tal clasificación es meramente un parecido terminológico. Por ejemplo, hay personas que manifiestamente creen que tienen una razón evidente para designar a un autor como un kantiano estricto simplemente porque han encontrado en sus obras los términos «obligación categórica» o ca priori».
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Ética
LIC. JOSE GERARDO GARCIA IBARRA. LIC. GUADALUPE CHAVEZ DE ARIAS. LIC. JOSE FERNANDO RUIZ ARREDONDO. LIC. JUAN JAVIER BELMARES DE LEÓN
Al realizar este libro hemos tenido en mente, una muy importante idea: unir dos planos, el del pensar y el del hacer. No tendría ningún objeto estudiar una ciencia que tratando de la conducta no inste al cambio. La paradoja de pensar y no hacer lo que se piensa; de hablar bien y de no dar algo hacia afuera, es inaceptable.
En cuanto al contenido específico de este libro, hemos dado mucha importancia a la Antropología Moral, porque consideramos que el hacer del que la ética hace su objeto (la conducta humana), debe ser bien definido por el concepto y las circunstancias del hombre.
En otro aspecto, diremos que aún y cuando no somos partidarios de definir una ciencia o materia antes de descubrir la, damos aquí unos conceptos de ética, que desde luego deberán ser ampliados al final), más que nada por razones prácticas.
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Ética
George Edward Moore
A pesar del mucho tiempo y trabajo que se ha dedicado al estudio de la ética, es este un tema acerca del cual todavía las opiniones difieren grandemente. Claro es que hay ciertos asuntos sabre los que el desacuerdo no es mucho. Casi todo el mundo esta conforme con que, como regla general, ciertas clases de acciones deben ser evitadas, y que en determinadas circunstancias que constantemente se repiten es mejor obrar de cierto modo que de otro. Además, es casi unánime el acuerdo de las gentes en relación con ciertas cosas que acontecen en este mundo y que seria mejor que nunca hubiesen sucedido, o a lo menos que no sucediesen tan a menudo como suceden; y en relación con otras que seria mejor que sucediesen mas frecuentemente de lo que suceden. Pero aun en cuestiones de esta clase hay gran diversidad de opiniones. Acciones que algunos filósofos tienen en general por injustas, las tienen otros por justas, y acontecimientos que unos tienen por males, otros los tienen por bienes.
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Ética
Domingo García-Marzá y Elsa González Estéban
La ética, como saber, se ha ocupado ya desde sus orígenes griegos de tratar de orientar argumentativamente al ser humano sobre las decisiones que tiene que realizar en el ámbito moral y, por ende, en un terreno donde se abren diferentes caminos de toma de posición y de acción, y donde cada una de esas determinaciones dará lugar a una realidad y unas consecuencias distintas. La ética, por tanto, es un saber que requiere de conocimiento, pero también de entrenamiento para ser capaces de dar con la mejor, la más optima o la más justa respuesta. Y su importancia en la formación humanística y del conocimiento histórico es de suma relevancia porque a través de las diferentes respuestas filosóficas, que se han ido dando sobre los conflictos morales y su ámbito, se ha ido acomodando y construyendo nuestra realidad cultural, social, política, económica, etcétera. En definitiva, el pasado está impregnado de ética como lo está el presente y el futuro. A lo largo de las siguientes páginas se aborda de modo pedagógico una aproximación a esta materia, la filosofía moral.
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Ética a Nicómaco
Aristóteles
Dentro del Corpus aristotelicum se nos han transmitido tres obras de contenido «ético»: Magna Moralia (MeyáÁcov ’HOlkmv, M M ), Ética a Nicómaco CHOlkmv NiKoixacyeÍMV, E N ) y Ética a Eudemo ( ’HdtKÜv Eu8r¡[iLMV, E E ), que, pese a todos los problemas que nos plantean, y que iremos examinando a continuación, constituyen una de las aportaciones más sólidas del aristotelismo.
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Ética de la Dirección
Bernardo Fernández Ardavín
La conciliación entre ética y eficacia es el puntal en el mundo de la empresa que, al haber sido socavado, provocó la actual inestabilidad, reflejada en innumerables escándalos que, en los últimos años, han puesto en alerta al mundo. Que un empresario acepte un simple código ético, o que acepte actuar con ciertas normas, porque a la larga trae más utilidades, sirve de muy poco. Necesita calar a fondo la verdad de que el bien ético está por encima del bien útil, calar hasta el punto que modifique, seriamente, sus parámetros de decisión y acción.
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Ética de la liberación
Enrique Dussel
Esta introducción no consiste en una descripción anecdotica simplemente histórica. Se trata, en cambio, de una propuesta con intención filosófica, donde los contenidos históricos de las «eticidades» son analizados siguiendo una secuencia histórica que condiciona, de alguna manera y siempre en parte, los niveles ético material y formal moral, y aun la criticidad ética (que tiene por su parte un aspecto negativo y otro positivo). Empíricamente, ni en el presente, ni en Europa o Estados Unidos, es posible una moral absolutamente postconvencional.
Intentaremos solo «situar» la problemática ética en un horizonte planetario, para sacarla de la tradicional interpretación meramente heleno o euro-céntrica, para abrir la discusión mas alIa de la ética filosófica europeo-norteamericana actual. Toda la exposición es meramente indicativa -no exhaustiva ni siquiera suficiente-, para mostrar como se podría desplegar el cuestionamiento a panoramas mas amplios de «mundialidad»
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Ética de urgencia
Fernando Savater
Durante buena parte del día vivimos como si nos hubieran dado cuerda: nos levantamos, hacemos cosas porque se las hemos visto hacer a los demás, porque nos lo enseñaron así, porque eso es lo que se espera de nosotros. No hay demasiados momentos conscientes en nuestro día a día, pero de vez en cuando, algo ocurre e interrumpe nuestra somnolencia, nos obliga a pensar: «¿Y Ahora qué hago? ¿Le digo que sí o le digo que no? ¿Voy o no voy?». Estas preguntas señalan distintas opciones éticas, nos exigen una buena preparación mental, nos interpelan para que razonemos hasta alcanzar una respuesta deliberada. Tenemos que estar preparados para ser protagonistas de nuestra vida y no comparsas. La imagen del mundo como un teatro es muy antigua. El filósofo Schopenhauer imaginaba la vida como un escenario, cada uno de nosotros ve entre bambalinas cómo unos personajes hablan, lloran, gritan, luchan, se enfrentan y se asocian sobre las tablas.
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Ética general
Prudencio Conde y Riballo
Las páginas que hoy publicamos forman parte de un tratado completo de Ética, estudiada a la luz de los principios de la filosofía escolástico-tomista y acomodada, en cuanto ha sido posible a nuestras pobres fuerzas, a las exigencias científicas de nuestro tiempo.
De la multitud de opiniones y teorías, que el pensamiento contemporáneo ofrece acerca de los gravísimos problemas ético-jurídicos, hemos examinado sólo aquellas que hemos creído merecer más atención por su valor intrínseco o por la influencia que ejercen en las ideas de los que en nuestra patria cultivan esos estudios, si bien no tenemos seguridad del acierto en esta selección, pues no es fácil conocer lo que apenas se exterioriza sino en los pocos libros y revistas que se publican entre nosotros; esta dificultad es mayor para los que vivimos lejos de los grandes Centros Universitarios y no tenemos otros medios de información que los escasos que puede proporcionar el esfuerzo individual.
Otro defecto salta a la vista en este libro, que es lo desproporcionado de algunas partes con otras y tal cual desorden en la distribución de las materias.
Para disculparnos, en lo que cabe, diremos que al empezar a escribir nos propusimos dos fines: que sirviera de texto para alumnos de segunda enseñanza, [VI] pues a invitación de un Catedrático de Ética y Derecho usual en nuestros Institutos generales y técnicos lo íbamos a hacer, y, al par, que fuera una guía suficiente de vulgarización científica para algunas personas aficionadas, simplemente aficionadas, a cuestiones que mucho preocupan y suelen tratarse, más que en las mismas obras de Ética, en las Revistas, sin hallar luego cabida en aquéllas, a no ser incidentalmente, pero sirviendo de base a muchas e importantes conclusiones, que por lo mismo no tienen otro valor que el de sus premisas; sirva de ejemplo el evolucionismo.
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ÉTICA GENERAL Y PROFESIONAL
Luis A. Ronquillo Armas
Si algún texto tiene en las actuales circunstancias que vive la humanidad un incuantificable valor en materia educativa, es aquel que se refiere a la ética o conducta de las personas, en fin de cuentas al margen de creencias, doctrinas o ideas de cualquier orden, sean políticas, sociales, económicas, etc., si la conducta de una persona no está sustentada en un obrar honesto, sincero y transparente, la misma carecerá de la proyección o beneficio que para el colectivo social debe tener la actitud o posición que adopte una persona frente a la vida. Por lo antes anotado, el autor del texto al que me refiero, sostiene con toda claridad que la fuente “de los problemas no se debe buscar explicación ni en la ciencia ni en la tecnología, sino que aquello se halla radicado en el pensamiento y en los actos, es decir en la ética y moral del protagonista de la historia que es el hombre”, una verdad de enorme validez e importancia en esta sociedad sometida al imperio del mercantilismo, de la ambición desmesurada, a la falta de valores y a una irrefrenable corrupción.
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Ética mínima
Adela Cortina
Hace ya más de medio siglo, el profesor Manuel García Morente, coetáneo e íntimocolaborador de Ortega y Gasset, escribía sobre La mujer y la filosofía, prometiéndose el advenimiento de una dedicación de mujeres a esta señera disciplina. Fue, en efecto, la época en la que se dio a conocer María Zambrano, y en la que Rosa Chacel mostró un interés, luego no proseguido, por las cuestiones filosóficas. Hoy, con tanta y mayor razón que entonces, podríamos decir lo mismo: el número y calidad de las mujeres que se dedican ahora en España a la filosofía es excepcional. Verdad también que si, en seguida de hacer esta afirmación, nos preguntamos el porqué, nos respondemos, inevitablemente, que, al vivir hoy —como una de ellas, Victoria Camps, afirma— en una época de «cultura posfilosófica», el fenómeno aparece como normal: las dedicaciones y profesiones que los varones abandonan tienden a ir siendo asumidas y desempeñadas por las mujeres. Mas a quienes pensamos que, de todos modos, el filosofar es inseparable de la condición humana, nos es muy grato ver a mujeres españolas entregadas a este menester.
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Ética para Amador
Fernando Savater
A veces, Amador, tengo ganas de contarte muchas cosas. Me las aguanto, estáte tranquilo, porque bastantes rollos debo pegarte ya en mi oficio de padre como para añadir otros suplementarios disfrazado de filósofo. Comprendo que la paciencia de los hijos también tiene un límite. Además, no quiero que me pase lo que a un amigo mío gallego que cierto día contemplaba pacíficamente el mar con su chaval de cinco años.(...)
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Ética profesional en Ciencias Humanas y Sociales
Juan Manuel Cobo Suero
Los mismos términos sugieren Ia ética profesional se ocupa de los comportamientos éticos en el ejercicio de Ia profesión, es claro que su correcta comprensión requiere no solo un conocimiento suficiente del concepto, sentido y funciones de la Ética en la vida del ser humano, sino también la inteligibilidad adecuada del concepto de profesión. Esto segundo no resulta excesivamente complicado cuando se conoce la historia del concepto y el uso social del mismo, ya que se trata de un concepto socialmente muy elaborado. Sin embargo, el tema se complejifica mucho cuando se confronta ese concepto histórico y social con la realidad de la vida de muchas personas en las sociedades actuales, cuya ocupación laboral o no empalma en continuidad con su formación y preparación profesional iniciales, o precisa sucesivas y mas o menos profundas actualizaciones de esa formación a situaciones nuevas, o requiere incluso un nuevo aprendizaje profesional.
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Ética Profesional y Deontología
Juan Roger Rodríguez Ruiz
La Ética de las profesiones se plantea en términos de principios, mientras que la Deontología en términos de normas y deberes. Así la Ética hace referencia a la conciencia personal, mientras que la Deontología adopta una función de modelo de actuación en un área específica. La asignatura de Ética profesional y Deontología es teórico-práctica y de naturaleza obligatoria que pretende desarrollar en el estudiante la capacidad crítica y autocrítica para valorar el compromiso ético en las funciones y responsabilidades inherentes al ejercicio de su desarrollo personal y profesional. Los principales contenidos de la asignatura son: la Ética, los actos morales y la Ética profesional y la Deontología. El rasgo del perfil del egresado respecto a la asignatura aplica los fundamentos teóricos y metodológicos de las ciencias de la educación para mejorar la calidad de los procesos de gestión pedagógica y de las instituciones educativas públicas y privadas del contexto local, regional y nacional, mostrando interés por la formación continua, la responsabilidad social y el compromiso ciudadano.
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Ética Social: Familia, profesión y ciudadanía
Gabriel Chalmeta
De la Ética o Moral, como es sabido, pueden proponerse —y de hecho se han propuesto— definiciones muy diferentes. Pues bien, muchas de estas definiciones resultan perfectamente aceptables, porque a través de ellas se pone de manifiesto uno u otro de los elementos que son característicos de esta ciencia: por ejemplo, el «deber», la «norma moral», las «virtudes éticas», la «conciencia moral», etc. Pienso que existe, sin embargo, una definición que expresa mejor que las otras el objeto específico (el objeto formal) de la Ética. Me refiero a la definición que se encuentra explícita o implícitamente presente en la filosofía clásica cristiana, esto es, en las obras de Platón y Aristóteles, y en la interpretación y reelaboración del pensamiento de estos autores que llevaron a cabo S. Agustín y Sto. Tomás de Aquino.
La Ética, según estos pensadores, sería aquella parte de la filosofía que busca la verdad última acerca del sentido de la vida humana (¿cuál es el fin último que todos perseguimos en la vida?), para determinar después la idoneidad de los varios posibles comportamientos humanos para alcanzar ese objetivo: estudiar, mentir, hacer deporte, jugar, robar, etc. Aplicando este criterio, algunos de estos comportamientos se manifestarán entonces como buenos, es decir, éticamente racionales, y otros como malos, es decir, éticamente irracionales, y poco a poco podremos conocer de manera racional y sistemática (filosófica) cuál es el orden ideal de la vida buena (¿cómo hemos de comportarnos para vivir bien?).
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ÉTICA Y MORAL COMO PRINCIPIOS BÁSICOS
Nery Isabel Sánchez Márquez
Podría el documento ilustra algunos elementos muy importantes que han sido tenidos en cuenta en la implementación del curso “Psicología y principios de la profesión”, el cual se desarrolla en el VII semestre del plan de estudios por objetivos en el programa de Psicología. Este curso es de carácter formativo, pues comprender su origen etimológico y epistemológico, así como el desarrollo histórico y su impacto, es fundamental para la formación del psicólogo. Esta nota de clase se constituye en una herramienta fundamental para el estudiante del curso, toda vez que le permitirá desarrollar las competencias necesarias para reconocer, discriminar e identificar en la cotidianidad las doctrinas fundamentales en torno a la ética, la moral y la deontología. Esto a partir del análisis del objeto de estudio, pasando por el desarrollo histórico desde una mirada minuciosa del desarrollo mismo de la humanidad, hasta llegar a las doctrinas fundamentales y los problemas que encarnan tanto la ética como la moral. Finalmente, cabe resaltar que el estudiante encontrará en esta nota de clase una introducción al tema, lecturas complementarias, cuestionarios y evaluaciones prácticas, tanto en el inicio como al final de cada tema, lo cual propicia el desarrollo de la competencia propuesta desde una autoreflexión que gira en torno a lo cotidiano, con lo cual se propicia el desarrollo de competencias.
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Ética y Sociedad
Juan Morales Ordóñez
"Ética y Sociedad" es una compilación de conferencias, ponencias y artículos nacionales e internacionales, en los que el autor evidencia su compromiso con la realidad ecuatoriana. Esta obra constituye una reflexión sobre la práctica de los valores que forman parte del discurso moral e invita a construir -desde la acción- una sociedad equitativa, solidaria y sostenible.
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FILOSOFÍA, VALORES, ÉTICA, MORAL e IDENTIDAD
Hilda Vanessa Murillo Martínez Mabel Guadalupe Arciniega Romero Luis Manuel Martínez Hernández Ivonne Margarita Rosales Torres Leslie Zuhey Obregón Ramírez Maricela Núñez Lares Azucena Quiñones Lara José Martin Pérez Nava Alejandra Andrade Chávez Diana El
Hablar de los temas aquí presentados y lograr su comprensión de manera independiente es algo complejo ya que entre ellos existe una sinergia y el conocerla puede ayudar a su comprensión pues se pueden estudiar de manera separada pero no se pueden comprender de manera independiente. Toda sociedad posee un código de costumbres y normas que rige la conducta de los individuos. Estos códigos que nos hacen enfrentarnos a los diferentes grupos de convivencia se comienzan a formar dentro de la principal célula de la sociedad – La familia –. También se le considera base fundamental, sin embargo, en la actualidad debido a una serie de causas, la familia se encuentra en una enorme crisis sufriendo constantes conflictos, que dan lugar a una cantidad alarmante y progresiva de relaciones problemáticas, discusiones tirantes, distanciamientos odiosos y malos modos entre padres e hijos que repercuten en los demás contextos de convivencia. La intención de este documento es independientemente de la información presentada lograr una vinculación gradual y personal entre moral, ética, valores y familia que nos lleve a reflexionar sobre nuestra identidad.
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Historia de la ética
Alasdair Maclntyre
Esta obra se ha convertido inevitablemente en la víctima de los muchos propósitos del autor. El más sencillo consiste simplemente en proporcionar una perspectiva y antecedentes históricos para la lectura de esos textos escogidos que forman el núcleo central del estudio de la ética en la mayor parte de las universidades británicas y norteamericanas. En particular, deseaba dar alguna información sobre el pensamiento griego a los estudiantes no graduados limitados a la rutina de Hume, Kant, Mili y Moore. Pero este propósito aparentemente simple se complica a causa de mis puntos de vista sobre la naturaleza de la ética. Una exposición que se limite a un informe sobre temas filosóficos y que omita toda referencia a los conceptos morales para cuya elucidación y reconstrucción se elaboraron las teorías sería absurda, y una historia no sólo de las filosofías morales sino también de los conceptos morales y de las conductas morales que dan cuerpo a estos conceptos y se definen a través de ellos ocuparía treinta volúmenes y treinta años. Por lo tanto, he transigido continuamente, y nadie estará satisfecho con el resultado. Yo, por cierto, no lo estoy.
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Introducción a la ética
Zacarías Torres Hernández
Iniciemos con una pregunta colmada de desaliento y hasta cierto punto desesperación, pero sin perder la esperanza:¿valdrá la pena dedicar parte de nuestro preciado tiempo a investigar y estudiar fundamentos de ética, cuando el mundo de hoy demuestra que, al amparo de una doble moral se crean grandes fortunas, se accesa al poder y se violenten los principios más elementales de convivencia civilizada entre los humanos? Es de todos conocido y aceptado –como lo afirmó Manuel Antonio Carreño en su celebre libro Manual de urbanidad— que sin el conocimiento y la práctica de las leyes que la moral prescribe, no pude haber entre los hombres ni paz, ni orden, ni felicidad; y en vano pretenderíamos encontrar en otra frente los verdaderos principios constitutivos y conservadores de la sociedad, y las reglas que nos enseñan a conducirnos en ellos con la decencia y moderación que distinguen al hombre civilizado, culto y de bien. ¿Cómo explicar que a sabiendas que la práctica de leyes morales es garante de vivir en paz, guardar el orden y alcanzar las felicidad; todavía se transgredan estas leyes y se llegue al filo de la destrucción? Desde luego, la respuesta es sencilla, pues no existe otra explicación que no sea la manifestación de las flaquezas humanas que en muchas de las veces superan el lado opuesto del hombre donde se hallan los valores y las virtudes. No es otra cosa que una lucha de contrarios, donde en última instancia las debilidades humanas, necesariamente tendrán que ser superadas por las virtudes morales, la sensatez y la sabiduría, a riesgo de que la propia especie humana llegue a destruirse.
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La Ciudad De Dios
San Agustin
Del mismo modo que un cuerpo humano minado por la vejez llama a las enfermedades, así el Imperio Romano, a fines del siglo IV, llamaba a su seno a los Bárbaros. Y vinieron, en efecto: y llegaron, no sólo como estaban todos habituados a verlos antaño, es decir, como soldados más o menos encuadrados, sino por tribus enteras, con mujeres y niños, con carromatos, carretas de bagajes, caballerías de reserva, animales y rebaños. El término exacto para designar aquel fenómeno, mucho más que la palabra española invasión, que hace pensar, sobre todo, en la entrada de un ejército en un país, sería el alemán Völkerwanderung, migración de pueblos. Lo que el universo mediterráneo había conocido más de mil años antes de nuestra Era, cuando los invasores arios, griegos y latinos, habían asaltado los viejos imperios, volvió a reproducirse a partir de fines del siglo IV. Uno de los episodios que mayor trascendencia tuvo y que más conmoción causó en el seno del Imperio fue el saqueo de Roma por las tropas de Alarico en el año 410. Acontecimiento terrible, que depositó un dejo de tristeza aun en los espíritus más firmes, aunque no fue totalmente inesperado. El propio San Agustín se sintió profundamente conmovido.
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La Ética de la Libertad
Murray N. Rothbard
A los intelectuales que se consideran a sí mismos «científicos», la expresión «la naturaleza humana» les produce el mismo efecto que el trapo rojo a un toro. «¡El hombre no tiene naturaleza!» es el moderno lema en torno al cual se aglutinan las opiniones. Es típica del sentimiento de los filósofos políticos de nuestros días la afirmación hecha hace algunos años por una distinguida politóloga, en una reunión de la American Political Science Association, de que el concepto de «naturaleza del hombre» es puramente teológico, y debe renunciarse a él en todo debate científico. En la disputa sobre la naturaleza humana y sobre el concepto, aún más amplio y más controvertido, de «ley natural» ambos bandos han proclamado repetidas veces que la ley natural y la teología están inexplicablemente entrelazadas. De ahí que muchos de los defensores de la ley natural, en los círculos científicos o filosóficos, hayan infligido un grave daño a su propia causa al dar por supuesto que los métodos racionales y filosóficos no pueden, por sí solos, fijar dicha ley y que es necesaria la fe teológica para defender la validez de este concepto. Afirmación acogida con jubilosa conformidad por los seguidores de la teoría opuesta: si se considera que es necesaria la fe en lo sobrenatural para poder creer en la ley natural, debe expulsarse del discurso científico secular este concepto y transferirlo a la esfera arcana de los estudios teológicos. En consecuencia, se ha abandonado prácticamente la idea de una ley natural fundada en la razón y en la investigación racional.
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La ética en 100 preguntas
Luis María Cifuentes
Si hay algún concepto que debe incorporarse como pilar fundamental del comportamiento cotidiano para hacer frente, con acierto y firmeza, a los grandes retos actuales, es el de la ética. Ética, viene de ethos, que significa lo ‘apropiado’, lo ‘recto’. Según la Real Academia Española, es la ‘parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones de los seres humanos’. Hoy, situados por primera vez en la historia ante procesos potencialmente irreversibles, de tal modo de que si no se actúa a tiempo pueden alcanzarse puntos de no retorno, constituye un auténtico deber ético prepararse en la medida de lo posible para ser eficaces, para garantizar la calidad de la vida sobre la Tierra, la habitabilidad del planeta. Insisto en que se trata no solo de hacer las cosas bien, sino de hacerlas oportunamente.
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La fragilidad del bien
Martha C. Nussbaum
La fragilidad del bien es un estudio de la antigua concepción griega de la fortuna moral en el que Martha C. Nussbaum examina el problema ético fundamental que es la constatación de que muchos de los constitutivos valiosos de la vida buena son vulnerables a la acción incontrolada de agentes externos, como la fortuna. Este libro recupera una dimensión central del pensamiento griego y plantea problemas de enorme actualidad en la ética contemporánea. Uno de sus aspectos más originales se halla en análisis conjunto de textos literarios y filosóficos, especialmente de la tragedia, de Platón y de Aristóteles.
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La Genealogía de la moral
Friedrich Nietzsche
"La genealogía de la moral" es la obra más sombría y cruel de Friedrich Nietzsche. Su primer tratado se ocupa de la contraposición entre los conceptos de "bueno" y "malo", así como de la posterior transformación de su significado por obra de la interpretación judeo-cristiana. El segundo tratado analiza la mala conciencia, cuya causa en épocas primitivas era la culpa entendida no en el sentido de responsabilidad moral, sino como equivalente a deuda material. La última parte, que anuncia el nuevo ideal del superhombre, analiza el significado del ascetismo.
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LA MORADA DEL HOMBRE : SOBRE LA VIDA ÉTICA
Miguel Ángel Polo Santillán,
"La corrupción ha deteriorado a las instituciones y a las personas en un mundo encaminado al egocentrismo, a la delincuencia, a la inmoralidad y al suicidio. Miguel Ángel Polo reúne estos doce ensayos para compartir con los lectores una reflexión que nos ayude a recuperar nuestra moral, abordando los problemas de la ética desde una perspectiva integral que incluye nuestra propia existencia humana.
La morada del hombre sugiere conectar la moral con la idea que tenemos de nosotros mismos, la ética con la antropología, porque dependiendo de cómo nos veamos a nosotros mismos construiremos la estancia que permita recuperar nuestros más importantes valores humanos".
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La Moral Teológica
Sto. Tomás de Aquino
Tomás de Aquino encarna la época dorada de la escolástica, caracterizada por la construcción de grandes sistemas filosóficos: majestuosas catedrales conceptuales elevadas hacia Dios y cuyos cimientos arraigan en la terrenal filosofía aristotélica.Nacido hijo de un rico conde, estudió en Padua y enseñó en las escuelas dominicanas de Estrasburgo, Polonia y París. Difundió las doctrinas aristotélicas en el mundo latino. Santo Tomás fue considerado el más grande teólogo de la Edad Media.
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Lo Bello y lo Sublime
Lucio Anneo Séneca
Con el título de «Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime» publicó Kant en Komgsbey (1764) este ensayo de vario y atrayente contenido. Numerosas ediciones sueltas se han hecho de este encantador tratadito, sin contar las varias ediciones de las obras completas del autor.
Más que de estética, en el sentido estricto de la palabra, tratan las «Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime» de asuntos varios, moral, psicología, descripción de los caracteres individuales y nacionales; en suma, de toda suerte de temas interesantes que pueden ocurrirse alrededor del asunto principal. Está escrito en estilo fácil y cómodo -extraña excepción en la obra de Kant-, lleno de ingenio, alegría, penetración, con una sencillez encantadora. Se comprende fácilmente que un crítico haya podido comparar a Kant -refiriéndose a esta obra- con «La Bruyère», el autor de los «Caracteres».
En este ensayo es donde Kant ataca por primera vez el problema estético, y aunque sus ideas fundamentales acerca del arte y la belleza se hallan sistemáticamente expuestas en su obra posterior, la «Crítica del Juicio», tienen, sin embargo, las «Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime» cierto interés para el conocimiento de los orígenes de la estética kantiana. Pero sobre todo constituyen, como hemos dicho, una serie de delicadas ocurrencias, de certeras observaciones, de agudas críticas, sin el aparato solemne de la exposición didáctica.
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MORAL A EUDEMO
Aristóteles
El moralista que en Delos grabó su pensamiento y le puso bajo la protección de Dios, escribió los dos versos siguientes sobre el pórtico del templo de Latona, considerando sin duda el conjunto de todas las condiciones que un hombre solo no puede reunir completamente: lo bueno, lo bello y lo agradable: "Lo justo es lo más bello; la salud lo mejor; obtener lo que se ama es lo más grato al corazón." No compartimos por completo la idea expresada en esta inscripción, pues en nuestra opinión, la felicidad, que es la más bella y la mejor de las cosas, es, a la vez, la más agradable y la mas dulce. Entre las numerosas consideraciones a que cada especie de cosas y cada naturaleza de objetos pueden dar lugar, y que reclaman un serio examen, unas sólo tienden a conocer la cosa de que uno se ocupa, y otras tienden además a poseerla y hacer de ella todas las aplicaciones posibles. En cuanto a las cuestiones que en estos estudios filosóficos tienen un carácter puramente teórico, las trataremos según se vaya presentando la ocasión y desde el punto de vista especial de esta obra.
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Moral, Razón y Naturaleza. Una Investigación sobre Sto. Tomás de Aquino
Ana Marta González
En la génesis de toda crisis cultural cabe descubrir algo así como un debilitamiento paulatino de aquellos criterios que solían proporcionar a los hombres la orientación necesaria para desenvolverse con soltura y familiaridad en su mundo. Entonces, sin saber con claridad por qué, el mundo comienza a sentir |