Biblioteca


Artículos de opinión

Minería

  Por: Juan Morales Ordóñez -

La civilización es una inmensa construcción histórica y cultural que a lo largo del tiempo acumula los aportes de individuos y sociedades. Es un inconmensurable repositorio de los datos de las vidas de los hombres de todas las épocas y latitudes que guarda un orden definido por las grandes líneas de la creación humana, como la religión, las costumbres de convivencia, la construcción de moradas y el levantamiento de urbes, el desarrollo de la ciencia y la aplicación de la tecnología; y, el derecho, estelar producto que regula comportamientos y acciones permitiéndolos, prohibiéndolos o exigiéndolos, en el abigarrado escenario natural y social.

En esa luminosa y oscura plataforma de lo humano, desde los primeros tiempos, el hombre ha utilizado los recursos naturales para su supervivencia y proyección, buscándolos, extrayéndolos y procesándolos, construyendo civilización, la cual desde sus albores ha dependido del entorno natural inmisericordemente explotado y destruido. Por eso, se puede sostener que la existencia social ha significado el exterminio de muchas formas de vida y que vamos por todo lo que falta, siguiendo maniatados, ese camino fatal.

Derecho civil y constitucional

  Por: Juan Morales Ordóñez -

En los ámbitos de la práctica del derecho y en especial en los de educación jurídica, suele escucharse que algunos abogados, profesores y estudiantes afirman coloquialmente –porque resultaría más serio hacerlo a nivel de discurso formal– que el derecho civil ha sido superado por el derecho constitucional y que el enfoque a profundizar en las aulas debe ser este especialmente, aduciendo que en esta rama de lo jurídico se encuentra la solución de todos los casos, en tanto que el derecho civil podría ser un obstáculo para la concreción de sus objetivos. Es probable que así sea, esto es que el enfoque constitucional encuentre limitaciones en lo civil, sin embargo, para que el sistema jurídico pueda prescindir de los específicos aportes de las otras ramas del derecho y concretamente del derecho civil, se tendría que proponer, elaborar y aprobar una nueva institucionalidad que reemplace a las milenarias categorías que lo conforman: domicilio, filiación, capacidad, competencia y tantas otras que son consustanciales, no solamente a ese ámbito del derecho, sino a todo el sistema jurídico.

El derecho constitucional representa el enfoque político de cada sociedad respecto a los intereses que circunstancial e históricamente se imponen. Se encuentra en la cima de la pirámide jerárquica de las normas jurídicas y exige que las otras que están en niveles inferiores respeten sus disposiciones y guarden coherencia con el mismo. El nivel de sofisticación técnica de lo constitucional es menor que el de las ramas del derecho que le son supeditadas, porque su importancia radica en la fuerza de su perspectiva política y no en su estructura técnica y dogmática. El Ecuador ha tenido veinte constituciones que representan otros tantos puntos de vista políticos que se han impuesto circunstancialmente en su trayectoria republicana.

Nueva arquitectura judicial

  Por: Juan Morales Ordóñez -

Siempre es posible diseñar de mejor manera las estructuras, todas, sean estas puramente conceptuales o materiales. Las veinte constituciones que han regulado la convivencia social en el Ecuador, cada una en su momento, fueron nuevas arquitecturas políticas y jurídicas concebidas para cambiar y mejorar. Muchos actualmente piensan que debemos contar con una nueva constitución para que lo que necesitamos como pueblo sea alcanzable. Nuestro enfoque, el de los ecuatorianos, siempre ha estado orientado hacia afuera y nos hemos preocupado muy poco por generar arquitecturas culturales que involucren nuevas formas de pensar y en general cambios en la idiosincrasia colectiva local, que está marcada por la idea de que las transformaciones más importantes se encuentran en las estructuras externas.

Las arquitecturas sociales son el resultado de la cultura de los pueblos. Los diseños de cómo deben funcionar las instituciones y actuar las personas deberían provenir de las necesidades sociales. Eso siempre ha acontecido con las culturas fuertes, que han creado estructuras jurídicas para cumplir con sus objetivos. Nosotros, tradicionalmente, hemos tomado la institucionalidad de los otros y desde ahí, obstinadamente, hemos intentado repararla, reformarla, adaptarla para que responda de mejor manera a lo que pretendemos como sociedad. Sin mucho éxito.

Política 2022

  Por: Juan Morales Ordóñez -

Es tan abrumadora, local y globalmente, la percepción de que la política es un escenario decadente en el cual medran personalidades obscuras, alejadas de las virtudes, capaces de toda acción que fortalezca sus posiciones propias que no tienen nada que ver con las necesidades colectivas a las cuales dicen servir, que he dudado en utilizar una cita de uno de los textos con los cuales trabajo con estudiantes de derecho. Sin embargo, no hacerlo sería abandonar el ideal y también, es verdad, desconocer prácticas políticas honorables que, pese a que cueste decirlo por una suerte de incredulidad intrínseca consustancial a este tipo de afirmaciones, por supuesto que existen y validan el referente que escribo a continuación: “… la idea de Kant sobre lo que es la política supone articular un entramado conceptual complejo en el cual la política es subordinada a la moral a través del derecho. Esto quiere decir que para que la política pueda conseguir el bien supremo posible en el mundo, ella debe inclinarse ante la moral y el derecho porque solo así será posible crear las condiciones que hagan viable tanto la libertad como la felicidad”.

La política global tiene como protagonistas a potencias tradicionales que siempre buscan fortalecer sus intereses a través de relaciones comerciales y también por medio de otros mecanismos cuando es posible y los réditos positivos son previsibles. En América Latina, una región asolada por la corrupción y la inequidad social, los países han optado por gobiernos de izquierda y es probable que esa tendencia se consolide en las elecciones presidenciales de este año en Costa Rica, Colombia y Brasil.

Ciencia y tecnología 2022

  Por: Juan Morales Ordóñez -

La humanidad se proyecta rauda y fatalmente a realidades marcadas a fuego por los descubrimientos científicos y sus aplicaciones tecnológicas. La sociedad planetaria toda, de una u otra manera, se encuentra en este nivel civilizatorio, existiendo, grupos humanos que están a la vanguardia de esta forma de vida y otros que la siguen porque la hacen suya y se vuelven, como ellos, dependientes de esas expresiones culturales que marcan el escenario social de todos.

Plataformas virtuales que permiten la interacción sincrónica de individuos y grupos sin que importe su ubicación geográfica, teletrabajo, cloudworking, inteligencia artificial, tecnología digital, ciberseguridad, ciberataques, “metaverso”, carrera espacial, producción de vacunas, “bitcoin”, redes sociales, geo ingeniería y otras actividades tecnológicas; son solamente algunas de las formas sociales que tendrán protagonismo global en este año que comienza.

La verdad desesperanzada

  Por: Juan Morales Ordóñez -

“La verdad desesperanzada no nace ante una obstinada adversidad ni en el agotamiento de una lucha desigual. Proviene de que no sabemos ya nuestras razones para luchar o, precisamente, si debemos luchar”. Esta cita de Albert Camus, filósofo francés y Premio Nobel de Literatura, que vivió el desastre europeo de la II Guerra Mundial, se encuentra en su libro Moral y política. Como reflexión tiene sentido para todo y para todos, pues el probable y vergonzoso abandono debido a circunstancias indeseadas no tiene justificación ni argumentación que puedan validarlo como posibilidad y menos aún como práctica.

Lo nuestro, en Ecuador, es crítico en el nivel más alto ya que la corrupción en sus diversas formas se muestra cotidianamente de manera desafiante, casi invencible y también porque se manifiesta omnipresente cuando no respetamos los aforos autorizados para las reuniones de personas, o al conocer que durante años funcionó un sistema ilegal de venta de matrículas de vehículos y licencias para conducir, también por los denunciados sobreprecios en obras públicas y la inexistencia de procesos fiables de fiscalización, por la ausencia de medicamentos en el sistema de salud pública, infraestructuras de educación destruidas, oferta-demanda de sobornos y coimas para todo trámite, narcogenerales, abuso de poder con flagrantes casos de nepotismo, agresividad virulenta en las calles, ira y pobreza extrema. Y por el dolor por Zaruma, horadada de muerte por la minería ilegal a vista y paciencia de todos. Y así, la tragedia de la crisis… instaurada.